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Análisis y artículos

ANÁLISIS SONY OLED A1

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Hace cuatro años aproximadamente, LG sorprendió con el anuncio de un nuevo televisor basado en tecnología OLED, un sistema de display revolucionario cuya particularidad más notable es que cada pixel es en sí mismo un emisor de luz. Con esto se lograban dos grandes beneficios: Eliminar la luz trasera que provoca no pocos quebraderos de cabeza en los LCD, y ofrecer el “negro” más intenso jamás visto, la ausencia total de emisión de luz en los píxeles donde el negro estaba presente.

Durante estos años LG ha sido el único fabricante que ha apostado por ésta tecnología. Mayormente porque ellos compraron en su día la patente de Kodak que permitía el abaratamiento de la producción de los paneles OLED. En 2017 dicha patente queda liberada, con lo que otros fabricantes pueden acceder a dicha tecnología.

Pero dado que LG ha invertido muchísimo dinero en la fabricación de los paneles, la solución del resto de fabricantes es sencilla: Comprar los paneles a LG y ofrecer su propio producto.

Así, este año, además de los televisores OLED de LG, tenemos los de Grundig, Loewe, Panasonic, Philips y Sony.

Sony Oled A1, características principales

De todas las marcas, una que está dando que hablar es Sony. Su producto, denominado “A1″ viene con todo lo que Sony puede aportar en el campo de la imagen. Y esto tiene un precio. Nada menos que 3999€ en el modelo de 55″ y 5400€ en el modelo de 65”. Son precios Premium para productos Premium, hay que entenderlo como lo que son.

Esta es su carta de presentación:

SonyA1Angle

Sony ha optado por un diseño diferente al resto de fabricantes. Usando una base trasera basculante, lo que se percibe es una especie de “marco de fotos gigante”. Un vistazo de la parte trasera revela mejor la propuesta:

Sony-A1-serie-oled-tv-2-600x321@2x

Sí, la foto no engaña…la tele está “echada hacia atrás” unos grados.

El resto de características son comunes a los modelos OLED lanzados por LG en 2016:

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  1. Panel 4K con tecnología OLED
  2. Tamaño de panel 55″ y 65″
  3. HDR10 y Dolby Vision
  4. UHD PREMIUM

Además, añaden como tecnología diferenciadora:

  1. S.O Android TV
  2. Sistema de sonido “surface” + Subwoofer
  3. Sistema de gestión de imagen a través del procesador X1 Xtreme
  4. Chromecast integrado

Sobre el papel tenemos un producto destinado a ofrecer una imagen realmente impresionante, como ya nos tiene acostumbrado la tecnología OLED. Pero, ¿serán suficientes mejoras las introducidas por Sony como para considerar su compra?. Vamos a verlo…

“Disclaimer”

Antes de empezar con el análisis en sí mismo, me gustaría recordar que éste análisis es totalmente libre de ataduras. No me paga ninguna marca para hablar “bien” ni “mal” de los productos, es mi pasión por la tecnología y los conocimientos adquiridos los que me permiten aportar mi propio punto de vista, equivocado o no, pero totalmente honesto. Intento ser lo más imparcial posible para el “usuario tipo”, centrándome en aspectos esenciales como la usabilidad, calidad de imagen, tecnología, posibilidades…pero también en lo que habitualmente se suele ignorar, como posibles contras, puntos débiles, “tropiezos”, etc…

Instalación del TV

Bien, tenemos ante nosotros un “monstruo” de 65 pulgadas”. Un tamaño de pantalla que ya de por sí resulta problemático para manejarse con ella. Pese a que la tecnología OLED ha hecho bajar muchísimo el peso de los televisores, este NO es el caso. La versión de 65″ tiene un peso de 36.2Kg con soporte incluido. No es moco de pavo. De esos 36.2Kg, lo que es la pantalla tiene un peso de 29.8Kg. Es una pantalla pesada, mayormente por el uso de un cristal trasero y de que parte de la electrónica está contenida dentro del “pié basculante”. Aquí podemos ver más en detalle dicha parte trasera:

20170411_103102

Como se puede apreciar, a la base basculante le falta por atornillar un módulo extra que no es más que un CONTRAPESO que incluye una varilla que permite dejar el televisor abierto sin que sufra. Este contrapeso añade más peso si cabe al conjunto.

Montar este televisor requiere como mínimo a dos personas, pues es delicado y pesado. El hecho de disponer un perfil que se apoya directamente sobre el mueble, hace que agarrarlo se haga complicado. Cuidado pues al manipular el televisor.

Una vez colocado en su sitio, el aspecto desde luego que impresiona:

20170411_105006_peq

Se puede apreciar que el REFLEJO de la pantalla ya no tiene el tono MAGENTA de los televisores de la gama 2016 de LG, sino que son más neutros (como son los de la gama 2017). Siguen siendo “un espejo”, como se puede comprobar, con lo que una luz trasera nuestra se podrá percibir si no se toman las medidas adecuadas.

Además, el hecho de llevar los conectores en la base trasera del televisor, el acceso a ellos se hace complicado sobre todo porque la propia base lleva unos topes de goma para evitar deslizamientos. El propio peso del conjunto hace que MOVER el televisor una vez colocado se haga MUY DIFÍCIL.

Si vas a conectar los cables HDMI, etc, el momento idóneo es ahora. Si el acceso a la base trasera es difícil, tendrás problemas más adelante. Ojito con este detalle. Un truco válido es usar un extensor USB para acceder posteriormente a los puertos, de esta forma conectar discos duros o pendrives es mucho más sencillo.

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En un aparato como éste, hay un “momento mágico” que es el del primer encendido. ¿A nadie le ha dado “cosquillas en el estómago” ese primer momento?. Desde luego a mí sí. En este caso, ese primer momento va acompañado de una suave sintonía muy agradable. Unos primeros pasos que definen totalmente la experiencia…

Android TV

Como he adelantado más arriba, el S.O del televisor es Android TV. Sony usa este S.O desde hace tiempo en el resto de gamas, así que no nos sorprende. Personalmente pienso que NO ES el mejor S.O para un aparato de estas características. El inicio tan prometedor con la TV se convierte en un “tostón” de settings y preguntas, amén de necesitar sí o sí una cuenta Google (obvio). Esto hace que todo lo bueno y todo lo malo aflore a la vez. Todos nuestros datos se vincularán al televisor, y éste con ellos te irá aconsejando cosas, incluso recibiendo notificaciones de audio del móvil (¡verídico!) si en ese momento está vinculado.

Personalmente opino que un televisor es un televisor, no es un ordenador, ni un móvil, ni una tablet. Google podría haber simplificado más su “Android TV”, darle un look más moderno. La sensación que siempre me da al manejar Android TV en un televisor es que parece que estés ante un “mega móvil gigante”.

En ese sentido, es cierto que se echa muy en falta algo más directo como el WebOS de LG, o simplemente el “air mouse”, que se vuelve TAN imprescindible una vez lo has usado.

Pero bueno, es el S.O que tiene el televisor y hay que aceptarlo.

Una vez terminada con esta primera fase, la TV sintoniza los canales (que luego habrá que ordenarlos, otro tostón), y por fín podremos ponernos MANOS A LA OBRA 🙂

Configuración de imagen

Tenemos ante nosotros a la creme de la creme en imagen, así que olvidemos por un momento los modos “horrendos” que sieeempre ponen en todos los televisores. En este caso el modo a buscar se llama PERSONAL. Ese será el modo que usemos para el ajuste de la imagen.

A partir de aquí, toca lo de siempre: Ajustar brillo, contraste, etc…mediante PATRONES.

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Los patrones son imágenes que nos ayudan a ajustar cualquier televisor o display. Su uso es relativamente sencillo y sabiendo la operativa, en pocos minutos dejaremos el TV “niquelao”…si te lo permite 🙂

Aquí de primeras nos encontramos con un primer problema de Android TV, y es que es TAL la cantidad de posibilidades que nos ofrece de primeras, que abruma un poquito. Tanto que ni siquiera nos percatamos que el televisor tiene su propio reproductor de vídeos, y nos descargamos tanto VLC como KODI. Esa quizás es la gran ventaja y la gran desventaja…la tentación de instalar decenas de aplicaciones que hará que el sistema se resienta.

Así que procedemos a instalar VLC, y ya aquí nos encontramos con una de esas cosas de Android TV…tener que autorizar el dispositivo vía WEB para poder acceder a la Store. Bueno, vale. Y luego, incomprensiblemente, la pantalla se va a negro, parece que se cuelga, se queda un rato como “atontada” para finalmente no instalarse. Un segundo intento resulta fructífero y por fín tenemos VLC instalado. ¿Qué os decía yo de Android TV?

Como he comentado antes, el modo lógico desde donde actuar es “PERSONAL“. Y aquí es donde empiezan a suceder las “cosas raras inexplicables”. También es cierto que siendo “novatos” con la TV, hay que entender su funcionamiento. La forma de acceder a los settings de imagen mientras se reproduce cualquier vídeo es pulsado el botón “ACTION MENU“. Y nosotros intentando acceder a través de “HOME“. Las novatadas se pagan, sí. Así que ya lo sabéis de antemano 😉

En fín, que ponemos el patrón de “Black Clipping” para ajustar el BRILLO, y al acceder al menú de imagen, vemos que efectivamente hay una opción “BRILLO”…¡que NO ES el control de brillo!. ¿Comooooo?.

Sí, lo que ésta Sony llama “BRILLO” en realidad es lo que LG llama “Luz OLED” o “BACKLIGHT-LUZ TRASERA” en cualquier LCD. ¿Pero qué cagada es esta, Sony?. No, espera…¿EN SERIO?. Sí, EN SERIO.

Entonces, ¿donde se encuentra el control de brillo?. Pues más abajo, se llama “NIVEL DE NEGRO“. Lástima no haber hecho la foto al menú, pero he encontrado en Internet el menú perteneciente a una Sony muy similar, el menú es el mismo:

Sony-W850C-Software-Picture-Settings

A mí hay cosas que me sorprenden, y esta es una de ellas…llamar brillo al control de luz del panel…en fín.

Lejos de la anécdota, el ajuste de los negros resulta óptimo e incluso con luz ambiente baja como estábamos, es posible ver sin problema la banda del 17. Esta foto es poco representativa del momento, pues en realidad se veía mejor, pero…:

20170411_112959

Aquí la pregunta del millón. ¿Existe diferencia frente a los modelos LG OLED de 2016?. Sí. Existe. ¿Es grande?. NO, definitivamente. En los modelos OLED de LG de 2016 es posible ver la banda del 17, y en este modelo también, solo que es “más fácil” de verla. En condiciones de luz bajas/muy bajas. Con luz ambiente normal, olvidarse. Ni en ésta ni en ninguna otra, obviamente.

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Pero sí es cierto que algo mejor sí se ve. OJO, estamos hablando de un nivel mínimo de negro (RGB 1.1.1 o 1% IRE). Es lógico que apenas se perciba porque tiene que ser así. El valor que nos da a nosotros está entre 52 y 53. Creo que a oscuras total el valor por defecto del televisor (50) sería el óptimo. En este sentido, es un TV para sacarlo de la caja y ni tocar el brillo. Gran trabajo por parte de Sony en este aspecto.

Ahora vamos al contraste. Aquí es donde se produce un hecho INEXPLICABLE. Y me explico. Para el contraste se usa un segundo patrón (White Clipping). Bien, el objetivo es subir el contraste hasta que solo sean visibles las bandas hasta 235. Pues bien, aún subiendo el contraste al máximo, la TV no recorta la señal. Foto demostrativa (esta vez sí):

20170411_113417_HDR

Por si hubiese algún setting u opción extraña haciendo de las suyas, hemos revisado TODO el menú completo, habiendo desactivado TODO lo posible, y NADA. ¿No es extraño?. Pues sí. ¿Podría ser que VLC hace algo sobre la imagen?. No problem, usamos KODI. Mismo resultado. Bien, usamos el reproductor multimedia de la tele…¡mismo resultado!

Como este valor no resulta excesivamente crítico cara a la imagen, lo dejamos así. Muy escamados, pero bueno.

Pasamos después el patrón para configurar la saturación de color, pero dado que el televisor no tiene la opción “filtro azul” para poder usarlo, confiamos en que el COLOR está correcto.

Por último, pasamos el patrón que sirve para ajustar la nitidez, y sobre todo ver cómo se comporta el panel escalando de 1080P a 4K:

20170411_114249

Tal y como sospechaba, la nitidez está un pelín alta, eso hace que en los “bordes” de los objetos, se aprecie el efecto de aplicar demasiada nitidez. Nada que no arregle el bajar la nitidez un poco (hasta 36-39).

Por otro lado, una foto MACRO al patrón “chequerboard” revela que el ESCALADO de la imagen es exactamente el mismo que aplica LG. Aquí la foto demostrativa:

20170411_114249_crop

La estructura de pixel es EXACTAMENTE la misma que en LG. Por explicar un poco, decir que cada grupo de cuatro píxeles que se ven en la foto, corresponde a UN pixel en FullHD. Esto es lo que se denomina escalado “1>4”

Misma estructura vista en mi LG OLED C6 4K (tomada a menos distancia):

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escalado oled

Asimismo, con fuentes de calidad normal como TDT, exhibe los mismos problemas que cualquier TV de estas características…y es que escalar material por debajo de FullHD se antoja complicado, por mucho procesamiento de imagen que se tenga:

20170411_125357

Pero bueno, esto ya se sabe…cuanto más grande y más calidad tiene un televisor, más proclive es a resaltar este tipo de “defectos”.

MotionFlow y otras lindezas

Seguimos pasando patrones, y toca uno de los asuntos que más debates generan en los foros, que es el tema del “judder” (o saltos más o menos visibles) que se originan en este tipo de paneles debido a que su respuesta de pixel es muy rápida (0.01 ms) y el uso del sistema “Sample and Hold” para representar la imagen (ver artículo por separado para entender éste concepto).

Bien, en este caso hemos pasado un par de patrones que se suelen usar en estos casos y el resultado VISUAL es que prácticamente es el mismo que en la C6. Parece que mejora un pelín respecto a la C6, pero definitivamente el panel es el que es y la tecnología es la que es.

Aquí es donde tratamos de minimizar el efecto (que insisto, una vez acostumbrados a él deja de ser un defecto) tratando de activar las opciones que tiene Sony para interpolar fotogramas (el famoso Truemotion de LG, que sony llama aquí “MotionFlow”. Y llegamos a la SEGUNDA SORPRESA, pues DA IGUAL que lo activemos, que pongamos valores que queramos…¡QUE NO ACTÚA SOBRE LOS VÍDEOS!. Estamos reproduciendo los vídeos vía USB.

Vale, posiblemente se trate de la aplicación, que por lo que sea limita algo en la tele…cambiamos a KODI, y NADA. Usamos el reproductor de la tele, Y NADA!!!!!. ¿Estará rota la tele?. Solo hay una forma de saberlo…pasamos a señal de antena…¡¡¡Y FUNCIONA!!!.

¿Como es esto posible?. ¿Que hemos hecho mal?. Lo ignoro, pero decididamente, pongas lo que pongas vía USB, el “Motion Flow” no actúa. Como si no existiese.

Y sin embargo, vía HDMI (señal de satélite a través de un dispositivo externo), funciona. ¿Extraño?. No, lo siguiente.

En este momento empezamos a pensar que empiezan a surgir bastante cosas irritantes con un producto de esta calidad y precio. Pero bueno, se le perdona porque al fín y al cabo un verdadero amante de la imagen no activaría este tipo de procesados. Pero mosquea mucho.

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HDR y otros

Como resulta lógico, el gran potencial de este televisor es el HDR y el 4K. Aquí es donde realmente el televisor ofrece su mejor cara. Así que con esas, ponemos un clip DEMO en HDR y ¡hop!, de pronto la luz de la pantalla sube y aquí tenemos el HDR en toda su grandeza…pero…espera un momento…¿no ha salido nada notificando que es HDR?. Pues no. Nada te hace indicar que lo que estás poniendo está en HDR. Tan solo cuando te vas al menú de IMAGEN (recordar amiguitos, botón “ACTION MENÚ“) es cuando sale un tímido cartelito “HDR”, ahí, escondidillo…ah, pues vale, pero…¿que costaría notificarlo?. Con la “ilu” que da el ver que la tele pasa al modo más superior de imagen…

Total, que durante un rato nos dejamos llevar por el gran potencial que ofrece la tele, pero en un momento dado pienso…eh, que no se si este modo está ajustado…nuevo vistazo por el menú de imagen y…¡anda!, que los settings que habíamos puesto inicialmente, se aplican. Pues muy bien, pero…¿y si quiero unos ajustes ESPECÍFICOS sobre este modo de imagen?.

Así que ajusto mínimamente la imagen, lo justo para ver diferencias, ponemos un vídeo normal…¡y los settings no cambian!. Pero, pero…a ver…ponemos la TDT, ¡y los mismos settings clonados allí también!. Entonces…¿haces un ajuste y ese ajuste es PARA TODO?. SI, ESO PARECE. Digo PARECE porque se empieza a acabar el tiempo (y la paciencia, a este paso). Pero no logro encontrar una forma de aplicar un setting específico a una fuente específica. Mosqueo. De nuevo.

En fin, que seguimos comprobando cosas. Toca el turno de Netflix. Supuestamente el televisor es COMPATIBLE con Dolby Vision. Así que vamos a ver que tal. Lanzamos Netflix con el útil botón del mando (esto SÍ es una gozada) y preparados para hacer log…¡eh, pero que pasa!. La leche, que GOOGLE ha cogido las credenciales almacenadas en el móvil VINCULADO, y automáticamente entramos en la Interfaz. Muy cómodo sí, pero…¿no es un poco pasarse con coger datos PERSONALES?. HUM…

Total, que vamos a algún contenido en Dolby Vision…pero…¿donde está?. Pues no está. Tan solo aparece la opción HDR. Que funciona, obviamente (y obviamente con los settings de imagen previamente ajustados, recordar). Pero ni rastro de Dolby Vision. Es de imaginar que llegará a través de una actualización, pero vamos…menos mal que el TV aún no está a la venta (sale en Mayo-Junio de 2017).

Respecto al sonido, dado que conectamos la TV vía óptico, no he tenido la oportunidad de escuchar como suena la tele en sí misma. Así que aquí no puedo aportar nada al respecto.

Respecto a otros settings de imagen, hay uno que es bastante curioso que lo que hace es “simular” un HDR sobre SDR (sin ponerlo explícitamente así), que actúa un poco como el HDR simulado de las televisiones de LG. Por defecto está activado. No me disgusta el efecto, pero dado que se trata de postprocesados de imagen, lo ideal es desactivarlo. Lo malo al hacerlo es que la imagen baja BASTANTE de brillo. Vamos, baja a los niveles que debería tener con material normal (no HDR).

La inclinación de la pantalla, aunque inicialmente pueda dar rechazo, al final no se nota. Es más, al estar inclinada, el reflejo que teníamos inicialmente al estar de pie, sentados no se veía.

Tiene settings heredados de LG, como lo de la limpieza del panel OLED y el “pixel orbiter”

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Conclusiones

La verdad, es complicado dar una valoración. Es decir, si tienes un televisor LCD y quieres saltar a la mejor imagen posible es un TV a tener en cuenta, aún con sus PEROS (el más grande, el precio, sin duda alguna). De hecho, cualquier OLED te dará una imagen muy similar.

Pero si tienes YA un OLED, el desmesurado precio no compensa el cambio. Los modelos OLED de 2016 de LG siguen dando guerra y personalmente pienso que la tele ofrece posiblemente un 10 o un 15% más sobre ella. Y obviamente no en todo. Y los modelos 2017 prácticamente clonan la calidad de imagen, no en vano los paneles los fabrica LG.

No olvidemos que esto es un TELEVISOR, no es un ordenador, ni una tablet. El añadir Android TV lastra mucho la percepción final (hemos tenido varios “lags” a lo largo de la sesión, algún medio cuelgue, etc) y es una lástima, porque es un “quiero, pero no puedo” constante. Como todo, habrá gente que valore Android TV. Yo pienso que es mejor un S.O adaptado a la TV y sobre todo con mejor gracia.

Por otro lado, las mejoras de imagen no son verdaderamente revolucionarias, y hace cierto el hecho de “donde no hay no se puede sacar”. Pero no es algo exclusivo de este televisor, ojo.

El sabor final es agridulce, pues al final todo depende en gran medida del panel, así que por mucha electrónica que haya detrás, al final no resulta TAN determinante como parece.

No obstante, y pese a ello, estamos en un segmento de calidad de imagen TOPE DE GAMA, no lo olvidemos. La calidad de imagen NO DECEPCIONA, pero sí algunas cosillas menores que lastran finalmente el conjunto.

Tuya es la elección.

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